¡Hola a todos!

¿Qué tiene que tener Barbie con el cáncer de mama? Pues no lo sé (más allá de Ella, la muñeca Barbie para niños con cáncer, y otras que homenajean la lucha y sirvieron para recaudar dinero contra la investigación contra el cáncer), pero tiene que ver conmigo (he escrito y borrado este párrafo tres veces). No, no he sufrido cáncer de mama pero lo he vivido muy de cerca, le he dado la mano, le he odiado, he ayudado a combatirlo, le he vuelto a ver aparecer una, dos, tres veces… he visto sus cicatrices, he visto su rostro en forma de bulto… El cáncer, de cualquier tipo, deja secuelas no solo en los enfermos sino también en los cuidadores, en los familiares.

En realidad esta entrada en el blog no va por mi, sino por vosotras (y vosotros) por todas las mujeres que llevo viendo más de un mes en quimioterapia y radioterapia, que no pueden más pero siguen luchando. Por mi vecina Pilar, que no es la primera vez que lo sufre ni la primera vez que lo vencerá. Por esa amiga extremeña que lo arrancó de su cuerpo y luchó mil batallas. Por mi abuela política, Mari, que es más abuela mía que una de las de sangre. También por su hermana, María Jesús. Por qué no decirlo, por mi hija, mi gata, que luchó muchas veces contra él y aún así era ella la que me consolaba.

Esta es la sesión de fotos de este año hecha con muuuuucho cariño, en un día lluvioso, con Liu Liu Ling como coprotagonista.

Rebeca

Imágenes vía Una Vitrina Llena de Tesoros