¡Hola a todos!
Si por algo estoy tranquila es porque siempre he sido sincera con vosotros, los que me leéis y aguantáis, y si tengo que ser sincera ahora mismo he de confesaros una cosa: durante toda esta semana me ha estado rondando por la cabeza «deciros adiós», pero no es algo que hacer sin meditarlo antes. Quien vosotros sabéis me ha dado su opinión al respecto, ya que él es probablemente quien mejor me conozca, y por eso estoy aquí escribiendo. Es probable que por el camino que está tomando mi vida no pueda dedicar al blog todo el tiempo que me gustaría pero lo que no puedo permitirme es tirar así porque sí tanto trabajo y esfuerzo y, si me lo permitís, más de un sacrificio.
Creo poder afirmar con conocimiento que en el mundo de la «costura», «el repaint» y demás trabajos artesanales, al igual que en mundo del «blogger» o del redactor de toda la vida, no siempre se valora a cada uno por su trabajo de la manera más justa. No sé de qué depende pero creo que es así. Sinceramente, yo creo que no puedo quejarme, dejando de lado los números, he dado con muy buenos lectores. ¿Qué opináis vosotros de estas dos parrafadas?
Dejando de lado lo mencionado anteriormente, qué os parece si nos centramos «un poquito». ¿Sabíais que se espera nieve para la próxima semana? ¡¡Uno ya no sabe cómo salir de casa!! (ni cómo vestir a sus muñecas). Lo único que tengo claro es que tengo ganas de sol, de flores y de largos paseos por los parques (ya sabéis de sobra que soy muy de parques jeje). Por todo esto, cuando se presentó la Eden Collection de Dollydolls no pude resistirme a encargar a Beatriz, probablemente uno de los casos injustos de los que os hablaba antes a pesar del currículum que tiene dentro y fuera de nuestro mundillo, dos modelos de la colección. ¡¡Viva el estilo vintage!! (y las enaguas plumeti).
Espero no haberme pasado con las flores jejeje y, por supuesto, espero que os gusten las fotografías.
Rebeca






p.d. Por cierto, un día de estos tengo que hablaros de Hannah y de Emmeline, ¡y puede que hasta de Grace! ¡Ah! Y siento la calidad de las imágenes. Cuando me entró la «necesidad» ya empezaba a irse la luz y qué queréis que os diga, cuando hay necesidad…. hay necesidad.
Imágenes vía Una Vitrina Llena de Tesoros




